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Síntomas y molestias del SPI-EWE

Síntomas y consecuencias del síndrome de piernas inquietas: Los síntomas de la enfermedad, lo que nota y cómo y cuándo lo nota el afectado, se explica bien desarrollando los cinco apartados fundamentales en los que se basa el diagnóstico clínico de la enfermedad a nivel internacional. Hay que resaltar que el diagnóstico de la enfermedad es fundamentalmente clínico, basándose sobre todo en el relato de la persona de lo que le pasa. Lo anterior no excluye que pruebas de laboratorio y pruebas diagnósticas adicionales sean necesarias, para confirmar el diagnóstico, saber cuál es el caso o tipo de enfermedad concreto y, en especial, a veces, diferenciar de otros procesos en casos dudosos. VAMOS CON LOS SÍNTOMAS PRIMORDIALES, de momento en adultos:

1. Necesidad imperiosa de mover las piernas, generalmente acompañada o causada por sensaciones molestas o desagradables

En ocasiones la necesidad de mover las piernas está presente con ausencia de sensaciones desagradables o éstas son poco claras, y a veces están implicados los brazos y/o otras partes del cuerpo además de las piernas (la afectación de otras partes del cuerpo son casos especiales, no es lo habitual)

POSIBLES SENSACIONES DESAGRADABLES REFERIDAS EN EL SPI:

Hormigueo

Crepitación

Picor

Pinchazos

Punzadas

Tirones

Corriente eléctrica

Burbujeo interno

Nerviosismo interno

Inquietud interna

Desasosiego

“Agarrotamiento”

Presión – tensión interna

Flujo de líquido interno

“Gusanos”, “Arañas”

Sensación indescriptible

Frío-calor interno

Dolor…

Hay que tener en cuenta que el “dolor”, referido con frecuencia, no es una sensación típica del SPI, hay que averiguar si es auténtico dolor (que puede ser por otra causa) o una forma de expresar “desagradable”. Tampoco es típico el “ardor intenso o quemazón “en pierna o pie, ni el adormecimiento o falta de sensibilidad, que suelen ser de origen neuropático o por afectación a nivel de la raíz nerviosa en la columna. La sensación desagradable es interna, en general en las piernas, de rodillas para abajo, hasta el tobillo, a la vez lo más típico, puede ser alternante o predominar en una. No es típico que afecte a articulaciones. Si afecta a otras zonas, menos frecuente, es a la vez que en las piernas en general

2. La necesidad imperiosa de mover las piernas y las sensaciones desagradables acompañantes empiezan o empeoran en situaciones de reposo o inactividad, en general tumbado o sentado

Hay que tener en cuenta que el “dolor”, referido con frecuencia, no es una sensación típica del SPI, hay que averiguar si es auténtico dolor (que puede ser por otra causa) o una forma de expresar “desagradable”. Tampoco es típico el “ardor intenso o quemazón “en pierna o pie, ni el adormecimiento o falta de sensibilidad, que suelen ser de origen neuropático o por afectación a nivel de la raíz nerviosa en la columna. La sensación desagradable es interna, en general en las piernas, de rodillas para abajo, hasta el tobillo, a la vez lo más típico, puede ser alternante o predominar en una. No es típico que afecte a articulaciones. Si afecta a otras zonas, menos frecuente, es a la vez que en las piernas en general

3. Los síntomas motores y sensitivos durante el reposo o inactividad se alivian total o parcialmente con el movimiento (andar, agitar, estirar-flexionar las piernas...), al menos mientras dura el movimiento.

No se debe considerar como SPI-EWE cualquier molestia que mejora con un cambio postural único.

4. Los síntomas motores y sensitivos durante el reposo o inactividad solo aparecen o son más severos por la tarde avanzada o por la noche respecto al resto del día.

Si aparecen síntomas de día, éstos deben empeorar o ser más frecuentes a última hora de la tarde y/o por la noche, y en general después del mediodía . Los síntomas son más frecuentes e intensos a partir de las 22 horas, existe una relativa mejoría en el periodo de sueño avanzado y a primera hora de la mañana y son mínimos entre las 10 y las 12 de la mañana. En niños, la aparición tardía puede no ser tan típica, sus ritmos circadianos aun puede estar no del todo desarrollados

5. Todo lo anterior no se justifica totalmente por otro proceso medico o comportamental

Hay procesos “imitadores” del SPI-EWE, se verán más adelante.

síntomas y consecuencias del síndrome de piernas inquietas

Otros síntomas del síndrome de piernas inquietas:

Presencia de Movimientos Periódicos de Piernas (MPP)

Aparecen durante el sueño (MPPS) y/o durante los periodos de vigilia (MPPV). No son imprescindibles para el diagnóstico, aunque son muy frecuentes. Son “sacudidas” o “patadas” breves de la pierna involuntarias. Pueden aparecer en muchos otros procesos, en el SPI-EWE suelen tener algunas características propias. Pueden provocar despertares y microdespertares durante el sueño, que fragmentan la estructura del sueño. Se caracterizan y cuantifican mediante la polisomnografía o estudio de sueño nocturno

síntomas y consecuencias del síndrome de piernas inquietas

MPPV en canales musculares de piernas en una polisomnografía (pantalla comprimida a 2 minutos)

Trastorno del sueño

Es una de las causas más frecuentes, si no la que más, de que el afectado acuda al médico, por su carácter angustioso. La falta crónica de sueño en el SPI-EWE es motivo e alteración de la calidad de vida y de problemas de salud . En el SPI-EWE moderado-intenso, hay problema de conciliación y/o mantenimiento del sueño en general significativo

Ausencia de nivel esperado de somnolencia diurna

Se podría esperar, si hay mala calidad de sueño, que el afectado se caiga de sueño por los rincones de día. Pues no, puede estar muy cansado y con mal rendimiento, pero casi nunca con sensación de sueño. La causa de este fenómeno se comentará más adelante. Si aparece excesiva somnolencia diurna en el SPI-EWE, en principio hay que pensar que existe otra causa productora adicional.

Consecuencias del síndrome de piernas inquietas

Aparte de los problemas de incomprensión , familiares y sociales ya comentados en la primera parte, el SPI-EWE puede provocar efectos físicos y psicológicos, ligados en general a la PRIVACION CRÓNICA DE SUEÑO a medio-largo plazo, provocada por la enfermedad de intensidad moderada-severa no controlada :

Efectos físicos

Efectos psicológicos y cognitivos

Cansancio físico

Predispone a obesidad, diabetes , hipertensión arterial…

Mayor riesgo de problemas cardiovasculares y cerebrovasculares

Mayor riesgo de Enfermedad de Alzheimer

Cambios de humor

Depresión y ansiedad

Disminución del rendimiento y concentración

En la próxima entrada en el blog sobre el SPI-EWE hablaremos de las causas de la enfermedad. Feliz semana a todos mis potenciales lectores, especialmente a los afectados de SPI-EWE

Si necesitas ayuda o tienes dudas, puedes contactar con nuestros profesionales aquí.


OSCAR LARROSA GONZALO
Neurofisiólogo Clínico
Experto acreditado en Medicina del Sueño
Coordinador de la Unidad de Medicina del Sueño- Unidad de Neurociencias de MIPSALUD

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