Médicos otorrinos en Madrid | Tratamiento del oído y las vías respiratorias

¿Por qué es importante el otorrino?

Respirar y oír de forma correcta o mantener un sentido de la estabilidad normal son cosas que damos por hecho, pero que se demuestran cruciales cuando experimentamos problemas en los órganos de audición, equilibrio, olfato o voz. Todas esas facultades, localizadas en cabeza y cuello, forman el ámbito de actuación de la otorrinolaringología, que se encarga de diagnosticar y tratar afecciones de oído, nariz, garganta y cuello.

Estas áreas pueden generar una gran cantidad de enfermedades, tanto en niños como en adultos, que los especialistas examinan y acometen para garantizar un funcionamiento correcto. En general, esta disciplina trata las vías respiratorias, los senos paranasales, la laringe, la faringe superior y las estructuras de la cara y el cuello.

Estas son algunas de las subespecialidades, dependiendo de la región a tratar:

Rinología: Atañe a las cavidades nasales y paranasales.

Laringología: Vela por una calidad de voz dentro de los parámetros normales.

Audiología: Trata las alteraciones relacionadas con la audición, como la hipoacusia y sordera.

Otoneurología: Se adentra en los problemas derivados del sentido del equilibrio.

Enfermedades que trata la otorrinolaringología

Como hemos visto, son varios los órganos y funciones que entran dentro de esta especialidad, de manera que las disfunciones y enfermedades que se derivan de éstos son numerosas. Los especialistas otorrinos en Madrid de MipSalud están formados profesionalmente para diagnosticar y tratar estas dolencias.

Oído:

Es el órgano responsable de la audición y el equilibrio y está formado por el oído externo (el pabellón auricular), el tímpano, el oído medio y el interno, donde se encuentran los nervios de la audición y los receptáculos del equilibrio. Es un órgano delicado que puede presentar complicaciones habituales como la otitis, una inflamación infecciosa sin pronóstico grave pero que puede cronificarse y afectar a la audición.

Otras inflamaciones en el oído interno provocan la laberintitis, lo que genera vértigos súbitos al verse comprometidos precisamente las partes que controlan el equilibrio. Si se experimenta tinnitus, es decir, pitidos o timbres en el oído, que no provienen del exterior, es posible que se trate de la enfermedad de Ménière, un trastorno del oído interno que también causa mareos.

El otorrino se encarga también de diagnosticar y prevenir problemas de hipoacusia (sordera), tratando de descifrar los motivos por los que la audición se está viendo afectada.

Nariz:

La nariz sirve de conducto respiratorio y a la vez alberga los nervios olfativos. La inflamación de estos conductos por causas bacterianas o de otro tipo suele estar detrás de varias enfermedades. Es el caso de la sinusitis, que es una inflamación de la mucosa que recubre los senos paranasales, dos espacios de aire en la zona frontal por los que circulan sin problemas el aire y los mocos.

En la rinitis es la cavidad nasal la que se ve obstruida, lo que genera estornudos, taponamiento, congestión y/o picor. Puede deberse, además de a infecciones, a procesos alérgicos.

Garganta:

Los otorrinolaringólogos también atienden los problemas de voz y garganta que se producen por malformaciones o enfermedades en la laringe, la faringe o las amígdalas. Por ejemplo, la amigdalitis, en la que un virus o bacteria afectan a estos bultos ubicados en la zona posterior de la garganta.

La faringitis y laringitis también son inflamaciones que puede conllevar dolor, fiebre, hinchazón de los ganglios y dificultad para deglutir. El debilitamiento de las mucosas aboca a estas enfermedades a convertirse en crónicas, a fuerza debilitar la zona.