Unidad de cadera | Tratamiento de roturas, malformaciones y patologías adquiridas
En nuestra unidad de cadera realizamos pruebas diagnósticas, tratamientos y cirugías de cadera en niños, ancianos y deportistas

Patologías congénitas
Tratamientos de cadera por patologías de nacimiento o desarrolladas en la infancia que afectan a la movilidad y provocan dolor.

Patologías adquiridas
Evaluamos y tratamos problemas propios del desgaste de las articulaciones y otros factores que producen fracturas y lesiones.

Lesiones deportivas
Nuestros especialistas cuentan con conocimientos específicos de dolencias derivadas de la práctica del deporte o por grandes esfuerzos físicos.
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¿Qué función cumple la cadera?
El cuerpo humano cuenta con hasta 360 articulaciones, estructuras anatómicas que permiten la unión de diferentes huesos. Muchas de ellas son pequeñas y cumplen funciones subsidiarias a lo largo de toda nuestra anatomía. Las hay de distinto tipo según su estructura y su función. Entre ellas se encuentran algunas que resultan imprescindibles para nuestra movilidad. Por ejemplo: cuello, hombro, columna vertebral, rodilla.
La cadera es una de estas estructuras imprescindibles. Sirve de unión al fémur con la pelvis, es decir, hace de sostén al tronco con las extremidades. Es una articulación esférica, con una bola en su extremo que conecta con el fémur. Soporta el peso de nuestro cuerpo en reposo o en movimiento y facilita la versatilidad y resistencia de éstos. Es una estructura muy sólida, cubierta por tendones y músculos, que nos acompaña toda la vida en un estado capaz de cumplir su función.
Sin embargo, con la edad la cadera va debilitándose en su estructura y en el cartílago (artrosis) y el deporte o las caídas pueden hacer que se resienta e incluso se rompa. Sin llegar a esos extremos, es más sencillo que sí se presenten dolores en la cadera, malformaciones o disfunciones que dificulten movimientos o coarten la normalidad.
Principales patologías de cadera
Los problemas de cadera pueden deberse a malformaciones de nacimiento en la estructura (congénitas) o que se presenten desde la primera infancia a la adolescencia, o a patologías adquiridas que afectan a las funciones de esta articulación, en adultos y ancianos. Entre ellas se encuentran también las que se producen por la actividad deportiva o grandes esfuerzos.
Patologías congénitas y pediátricas
Enfermedad de Perthes: se debe a la destrucción o la debilidad de parte de la cabeza del fémur. Esto genera dolor y cojera. Se dan en los niños y es más fácil de corregir antes de los 6 años. En algunos casos es necesaria cirugía.
Displasia congénita de cadera: es una malformación de nacimiento y que en algunos casos se detecta en jóvenes o incluso adultos. Genera una dislocación total o parcial debido a un desajuste entre la cavidad de la cadera y la “bola” del fémur. Se presenta aproximadamente en uno de cada mil nacimientos
Epifisiolisis de la cabeza femoral: en este caso el cuello femoral se encuentra desplazado. Dolor y rigidez son sus principales manifestaciones y es habitual que se de en la adolescencia. La obesidad es un agravante.
Sinovitis transitoria de cadera: es la causa más habitual de dolor de cadera en niños, especialmente frecuente entre 3 y 8 años. Lo pueden detonar traumatismos previos o infecciones y produce un dolor agudo.
Patologías adquiridas
Artrosis y artritis cadera: es habitual en personas de edad, si bien puede desarrollarse en adultos en torno a los 50 años, en los que el deterioro del cartílago de la cadera o la inflamación de la misma se ha precipitado antes. El dolor se localiza en la ingle y la movilidad acaba resintiéndose.
Fractura de cadera: suele producirse por fisuras o rotura en el cuello y la cabeza del fémur. Es más frecuente entre personas de edad avanzada, a menudo debido a una caída por el debilitamiento previo de la propia cadera. Se hace necesaria una cirugía para reparar o reemplazar esta pieza y un proceso de rehabilitación con fisioterapia.
Patologías deportivas
Trocanteritis o bursitis trocantérea: cuando se infaman las bursas (bolsas con líquido sinovial que evitan el roce entre huesos y tendones) se experimenta dolor en el muslo. Los deportistas tienden a padecerlo más, así como las mujeres.
Síndrome de cadera en resorte: el resalte de los músculos y tendones provoca un chasquido que, además de sentirse, incluso puede ser oído. Se trata con infiltraciones y crioterapia o modificando la rutina de actividad física para evitar que se desgaste el tendón de manera crónica.
Luxación de cadera: la dislocación y las distensiones se originan en golpes que afectan a la cabeza del fémur, en un efecto similar a la displasia congénita. Son muy dolorosas, aunque pueden tratarse con una recuperación óptima con reposo, fisioterapia y otras técnicas.
Tratamientos y cirugías que realizamos en nuestra unidad de cadera
Pruebas de diagnóstico
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Junto con la exploración física y la evaluación de la movilidad, en MipSalud contamos con especialistas y tecnología de última generación para el diagnóstico por ecografía y radiografía. Mediante estas pruebas se estudian posibles lesiones, fracturas o desgarros.
Cirugías y otros tratamientos
- Dependiendo de la importancia de la patología a tratar, la solución quirúrgica puede hacerse necesaria. Con la artroscopia se puede examinar y tratar de manera poco invasiva esta articulación; se lleva a cabo con una pequeña incisión en la cadera por la que se introduce una cámara y el material instrumental quirúrgico.
Otras intervenciones que realizamos en nuestra unidad de cadera son más complejas, como la cirugía preservadora de cadera, por ejemplo, para tratar cadera en resorte y lesiones de cartílago. Cuando la cadera necesita ser reemplazada en sus partes esenciales se opta por la cirugía protésica, que ayuda a recuperar la funcionalidad con piezas artificiales. Requiere un mayor tiempo de intervención y postoperatorio.
Rehabilitación
- Muchas de las operaciones o curas que realizamos en nuestra unidad de cadera requieren un calendario de rehabilitación que suele ser tutorizado por los especialistas. Estos pueden incluir reposo o ejercicios de fisioterapia.
Preguntas frecuentes sobre patologías de cadera
¿A qué edad es más frecuente que se rompa la cadera?
Depende de la condición física, la genética y el estilo de vida de cada persona, pero es indudable que la edad desgasta la cadera. La densidad ósea y la masa muscular se van resintiendo con el paso del tiempo, lo que abre la puerta a problemas como osteoporosis, lesiones y en muchos casos la rotura de la cadera. Esto es más habitual en pacientes a partir de los 70 años y es más probable en mujeres que en hombres. La menopausia rebaja los estrógenos en las mujeres, lo que hace que su masa ósea se resienta a la larga. De ahí que sea tres veces más probable una rotura de cadera en ellas que en ellos.
¿Qué deportes tienen más riesgo para la cadera?
La actividad física y deportiva es sumamente sana para la salud física y mental, pero no está exenta de riesgos al requerir grandes esfuerzos y poner al límite y en situaciones a veces peligrosas al cuerpo. Cada deporte, dependiendo de las condiciones e intensidad en que se practique, puede comportar problemas de cadera. Por ejemplo, los futbolistas están más expuestos a traumatismos por golpes y caídas, mientras que la danza exigente puede provocar deformaciones. Muchas de las lesiones o patologías se tratan con ejercicios programados y la práctica deportiva, entre ellos la natación.
¿Qué factores contribuyen a desgastar la cadera?
Además de los problemas propios de la actividad física, el desgaste o el funcionamiento y estructura de la cadera, existen numerosos factores externos, de estilo de vida principalmente, que pueden contribuir a un desgaste más rápido de esta articulación y facilitar la aparición de patologías. Entre ellos se encuentra el tabaquismo, que desgasta las articulaciones, la diabetes o el colesterol alto, la obesidad, ya que produce una sobrecarga sobre la cadera y algunos medicamentos de larga duración como los corticoides que pueden debilitar el hueso. Por su puesto, la exposición a riesgos, ya sea por actividad física como por el trabajo que realicemos (por ejemplo, los que implican cargar peso), ayudan a que aparezcan complicaciones.
¿Es posible morir por una fractura de cadera?
Caerse y romperse la cadera no implica riesgo vital más allá del que pueda ocasionar la gravedad de la caída. Sin embargo, es cierto que hay factores que influyen en una mayor mortalidad tras una rotura de cadera, que conviene ser operada y reemplazada si fuese necesario con celeridad. La falta prolongada de movilidad puede provocar coágulos y afectar al sistema vascular. Además, la caída puede originar una infección (sepsis) que puede derivar en complicaciones que la hagan potencialmente mortal.
Traumatólogos especialistas en patologías de cadera
Los mejores traumatólogos para el tratamiento de roturas, malformaciones y patologías adquiridas de cadera

Dr. Francisco Chana Rodríguez
Traumatólogo especialista en cirugía ortopédica, rodilla, cadera y pelvis