Dr. A. Fernández Perpén
La insuficiencia renal crónica es el daño renal durante al menos 3 meses definido por anormalidades estructurales o funcionales del riñón con o sin descenso del filtrado glomerular, manifestado por: anormalidades patológicas o marcadores del daño renal, que incluyen alteraciones en la composición de sangre u orina y/o alteraciones en los estudios de imagen.
Uno de los valores más importantes para definirla es el filtrado glomerular. Por debajo de 60 ml/min/1.73m2 durante al menos 3 meses con o sin daño renal aparente ya definimos esta entidad.
Las causas más frecuentes en nuestro medio son la Diabetes Mellitus tipo 2 y las enfermedades vasculares (hipertensión arterial y arteriosclerosis). También existen otras causas importantes aunque menos frecuentes como son las enfermedades glomerulares y las enfermedades renales secundarias a infecciones.
Una de las características importantes de la insuficiencia renal crónica es la progresión, independientemente de la causa que la haya originado. Con el diagnóstico precoz y el control de factores de riesgo cardiovascular y metabólico (hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, etc) somos capaces de enlentecer y en algunos casos frenar la evolución hacia la insuficiencia renal avanzada.
De modo orientativo, en caso de que se llegue a filtrados glomerulares por debajo de 10 ml/min/1.73m2 ó de 15 ml/min/1.73m2 para paciente diabéticos, es necesario iniciar tratamiento renal sustitutivo. En este momento las posibilidades son : trasplante renal, hemodiálisis y diálisis peritoneal.
El trasplante renal se considera que es el tratamiento de elección pero lo más frecuente es que el paciente pase un periodo realizándose hemodiálisis o diálisis peritoneal hasta que se completa el estudio para ser incluido en lista de espera de trasplante renal, siempre que no haya contraindicaciones, y aparezca un donante de riñón compatible.
La hemodiálisis es un tratamiento que habitualmente se realiza en un centro aunque existe la posibilidad de que el paciente una vez entrenado se lo haga en domicilio. Se depura la sangre a través de un catéter o bien una fístula arterio-venosa (intervención para unir arteria y vena del brazo) mediante la utilización de un dializador que nos permite intercambiar sustancias de la sangre con un líquido cuya composición nos interesa y conocemos.
La diálisis peritoneal es una terapia que se realiza el propio paciente en domicilio previa colocación de un catéter peritoneal en el abdomen para poder infundir y drenar un líquido que en contacto con la membrana peritoneal nos proporciona un intercambio de sustancias de desecho con la sangre.